Somos seres sociales y nuestra relación con las demás personas, con el entorno y contexto nos influyen mucho en todos los aspectos. En ocasiones para bien ya que nos hacen sentir bien y nos refuerzan y otras para no tan bien ya que nos debilitan y nos hacen sentir mal.
Pero lo que es verdaderamente determinante es cómo nos percibimos a nosotr@s mism@s, cómo nos evaluamos y en consecuencia que pensamos y cómo nos sentimos, porque esto determinará cómo nos relacionamos con las demás personas y a la hora de actuar en nuestro dia a dia.
Así pues la autoestima es el concepto que tenemos sobre nosotr@s mism@s , nuestra valoración subjetiva basada en nuestras experiencias, pensamientos, emociones, creencias y que nos llevan a tener una autopercepción, autovaloración que nos puede ayudar y equilibrar en nuestra vida, o quizás todo lo contrario.
La autoestima es un indicador muy preciso de nuestra salud emocional y mental. Es la base de nuestra fortaleza psicológica.
Teniendo en cuenta estos factores, estos son los componentes básicos de la autoestima.
Componente Cognitivo:
Este se basa en los pensamientos que tenemos acerca de nosotros mismos, que ideas, opiniones y creencias tenemos de nuestra personalidad.
(“Recuerda que no es lo que pasa, si no lo que te cuentas qué pasa”)
Componente Afectivo:
Es la sensación de cómo nos sentimos, cómo respondemos emocionalmente. También nos da mucha información sobre nuestras cualidades personales.
Componente Conductual.
Es el resultado de los otros dos componentes, y nos define mucho en nuestra manera de actuar y en la toma de decisiones. Es lo que hacemos, cómo nos comportamos.
El tema de la autoestima está presente casi de manera recurrente en todas mis sesiones de coaching, ya que la percepción que se tenga de un@ mism@ es determinante a la hora de relacionarnos con las personas y con las situaciones.
Básicamente existen dos tipos de autoestima. La autoestima alta y autoestima baja.

Autoestima alta.
Este es el estado deseado y equilibrado. Las personas en este estado suelen tener una valoración positiva de ellas y tienen seguridad en sí mismas.
Conocen y saben sacar provecho de sus fortalezas y valores pero también son muy conscientes de sus debilidades y trabajan en ello para mejorarlas. Se responsabilizan y no culpabilizan a nadie ni a nada.
Son conscientes, de que lo que verdaderamente tiene peso son los diálogos internos y lo que se cuentan, y cómo se lo cuentan. No es lo que pasa, sino lo que te cuentas que pasa.
Conscientes también de que las circunstancias y otras personas les pueden afectar. Pero tendiendo una autopercepción y autovaloración positiva tendrán más capacidad de reacción y más seguridad a la hora de afrontar los temas que les acontezcan en su vida, ya sean personales o profesionales.
Autoestima baja.
Las personas que se encuentran en este estado, se encuentran en un desequilibrio que les hacen percibirse de manera distorsionada y minusvalorada de ellas mismas.
Es bastante habitual que podamos pasar por periodos donde nuestra autoestima está baja. Los detonantes pueden ser temas externos, pero habrá ocasiones que incluso yéndonos todo bien en todos los aspectos nos encontremos en estados.
En este punto serán los miedos, que en muchísimas ocasiones no son fundados o reales los que nos harán desequilibrar nuestra autoestima.
El tema es que muchas veces no tenemos consciencia de que tenemos la autoestima baja, y esto nos impide tomar cartas en el asunto.
Os voy compartir temas que nos pondrán en alerta de que nuestra autoestima esta por los suelos
SÍNTOMAS DE QUE NUESTRA AUTOESTIMA ESTÁ BAJA.
No tener seguridad en un@ mism@
Sentirse poco atractriv@
Necesitar el reconocimiento de las demás personas con demasiada frecuencia.
El síndrome del impostor, no ser lo suficientemente buen@, o no sentirse merecedor de los logros conseguidos.
Falta de motivación y seguridad para empezar las cosas.
Cuesta acabar las cosas, y hay una desmotivación casi constante para seguir adelante con los proyectos.
Poner el foco en las debilidades y carencias, en lugar de ponerlo en las fortalezas.
Tener diálogos negativos, intensos y repetitivos que bloquean casi cualquier iniciativa.
No expresar opiniones por miedo a sentirse rechazad@. Mis opiniones no tienen valor.
Ver a las personas superiores, compararse y sentirse mal.
Atribuir los logros a causas externas y los fracasos a causas internas o personales.
Relacionarse con los demás desde una posición inferior e insegura.
Sentirse culpable.
Sentir que no hay nada que aportar.
Estar con nerviosismo y angustia la mayor parte del dia.
No estar content@ con lo que se hace, tener la sensación de que se podría hacer mejor.
Apatía y desmotivación casi constante, falta de concreción para definir objetivos.
Esperar la respuesta o inspiración del exterior.
Tener la sensación de estar juzgad@ casi constantemente por las demás personas.
Además cuando la persona tiene la autoestima baja, no se acepta y no se valora con lo cual no es capaz de ver sus habilidades o las ve menguadas y distorsionadas. En este estado es probable que quiera evitar el asistir a encuentros sociales y no será capaz de enfrentarse a retos o situaciones por miedo a no dar la talla.
Por otra parte tener una autoestima baja, puede desencadenar en otros estados tan poco deseados como ansiedad y depresión que nos lleven a su vez a conductas de escape como las adicciones. También aparecerá el estrés y los bloqueos.
¿Os reconocéis en algunas de estas actitudes o situaciones ?
Es bastante habitual que podamos pasar por alguno de estos estados en algún momento de nuestra vida. Pero estando en esta disposición no podremos afrontar de manera efectiva nuestros retos y propósitos ya sean personales o profesionales.

BUSCANDO EL ORIGEN DE TU AUTOESTIMA BAJA.
Muchas veces no somos muy conscientes de tener este desequilibrio, y llegamos a normalizar estar en determinados estados. Por eso nos puede ayudar mucho repasar los ejemplos que os ponía más arriba, en los cuales os podéis sentir representados en este momento o quizás en otros.
Hay un denominador común que suele estar presente en casi todos los casos en los que una persona llega a una sesión de coaching con la autoestima baja, y es el tema del miedo.
Miedo al rechazo, miedo a no creerse suficiente, miedo a no tener las herramientas suficientes, miedo a no controlar las situaciones, miedo al qué dirán … miedo que paraliza y nos anula.
Algunos de los miedos y de los motivos por los que se puede tener la autoestima baja es por temas del pasado, palabras, acciones y situaciones que se nos hayan quedado grabadas y en nuestro subconsciente (sobre todo cuando éramos niños ) y que salen a la luz con ciertos detonantes.
Pero el coaching trabaja desde el momento en el que estás, en el presente y con miedos reales o irreales como suele pasar en muchos casos y que veremos más adelante.
El coaching no es terapia, y no tratamos los temas del pasado, aunque se pueden sacar como referencias, sino que se tratan y trabajan los temas del presente; del momento en el que estás y a dónde quieres estar, desde quien eres y a quién quieres ser.
Entendemos que la persona que eres ahora no es la misma que eras hace 5 años, ni la que eras hace 10 ó 15 años, por ejemplo.
El tema es que casi todos esos miedos son infundados y vienen de creencias limitantes que tenemos de nosotr@s mism@s. (Y lo peor de las creencias, es que ni siquiera son nuestras en la mayor parte )
También de pensamientos negativos que nos bombardean sin parar, sin ser conscientes de que solo son pensamientos, pero que al identificarnos con ellos, para nosotr@s son auténticas realidades.
Nos proyectamos a futuros catastrofistas, donde además nos vemos a nosotr@s mism@s sin recursos y herramientas para poder afrontarlos. Sufrimos por adelantado cosas que en la mayoría de las ocasiones nunca acontecen, pero que el solo hecho de pensarlo nos hace sufrir, nos crea inseguridades. Nos bloquea y por supuesto nos baja la autoestima.
¿CÓMO EQUILIBRAR Y AUMENTAR NUESTRA AUTOESTIMA ?
En primer lugar y como en todo proceso, la aceptación es el primer paso.
Aceptar y conocer el estado en el que estamos.
Después es hacernos conscientes de que lo verdaderamente determinante es el grado de aceptación que tengamos de nosotr@s mism@s, conociendo y reconociendo nuestras luces y nuestras sombras, ya que nos acompañarán en todo momento y lugar, ya que forman parte de nosotros.
No vale con ocultar o disimular lo que no nos gusta, o lo que no aceptamos, porque estas sombras seguirán allí y seguramente saldrán cuando menos lo esperemos y en el momento y lugar menos deseado.
Aceptando como somos y lo que somos, apostar por trabajar en dar luz a nuestras sombras e intensificar nuestras luces, será un buen comienzo.
Es un trabajo de introspección, que nos pondrá en el camino del autodescubrimiento, del autoconocimiento y de la autorresponsabilidad.
Sabiendo que las personas, las situaciones y contextos tendrán influencia en poder subir o bajar nuestra autoestima, por supuesto, pero teniendo la certeza que lo verdaderamente importante es nuestra autovaloración, autoconcepto y autoaceptación.
Os ayudará y mucho estas otras propuestas que te comparto:
Enfrentarse a tus miedos
Sabiendo que el miedo es uno de los motivos principales por los que el ser humano se paraliza y neutraliza, el mayor enemigo de una autoestima baja es no hacer nada.
Tomar acción y trabajar justo en lo que te da miedo, está comprobado que cuando te enfrentas a las situaciones vas tomando más confianza y hace que tu autoestima suba.
Por el contrario, cuando las evitas, lo que haces es bajar aún más tu confianza y autoestima.
Así que hacer, hacer, hacer, accion, accion, accion…
Hablarnos en positivo, y con cariño
Hacernos conscientes del tipo de diálogos y cómo nos hablamos, cambiar nuestro lenguaje y cómo etiquetamos las cosas.
No es lo mismo decir que mi vida son todo problemas y trampas, a decir tengo unos retos y objetivos que voy a superar.
Solo cambiar la etiqueta nos dará más seguridad. No machacarse con palabras hirientes o desempoderadoras que no hacen si no que bajar mas aun nuestra autoestima.
Piensa en cómo hablas a un ser querido, con qué palabras de aliento, ánimo, cuando le ves con la autoestima baja.
Aplícate esa actitud para ti, siendo autoexigente y retador si quieres, una cosa no quita otra, pero con actitud.
El humor funciona muy bien también, reírnos y tomarnos con humor cuando nos sorprendamos en actos o pensamientos que nos desgasten.
Estar atentos y no entrar en bucle y sin control en esos pensamientos y creencias que nos dejan la autoestima por lo suelos.
Hacernos conscientes con humor funciona mejor que las broncas y hablarnos mal como solemos hacer de manera casi automática, ya que se sabe que en nada ayuda a subir nuestra autoestima.
Identifica y da brillo a tus fortalezas.
Todas las personas tenemos unas cualidades y fortalezas innatas que son nuestros puntos fuertes y donde nos sentimos segur@s pues se nos dan especialmente bien y sin apenas esfuerzo.
El tema es que cuando una persona tiene la autoestima baja, no reconoce estas fortalezas, no se las cree y tiene muchas dificultades para identificarlas. Pondrá más el foco en sus carencias que en sus fortalezas.
Para ello te propongo hacer una lista con 6 logros importantes en tu vida.
Si en este momento tienes la autoestima baja, quizás te cueste, pero piensa y escribe…
A continuación léelos y dime ¿qué piensas ? ¿Qué méritos y fortalezas hay allí?
Escríbeme después al lado de cada logro, cual es la fortaleza que lo define.
Con este ejercicio podrás recuperar confianza y seguridad en ti. Ya sabes que en otro momento lo has hecho y seguro que lo volverás a hacer, y mejor y con más experiencia.
Sustituye tus metas por valores.
Esta es una apuesta a caballo ganador. Mi propuesta es que priorices o focalices más en los valores que en tus metas concretas.. Es un anclaje mental que te dará más seguridad y confianza. Será una motivación intrínseca, muy personal que siempre podrás llevar a cabo sea cual sea tu objetivo.
Os voy a poner un ejemplo muy cercano, ya que acompaño a personas que están preparando oposiciones.
En este caso el objetivo sería aprobar las oposiciones. Para llegar a ese objetivo hay muchos meses de estudios y preparación, dedicar horas al estudio y menos planes de ocio.
Los valores serían, el esfuerzo, la constancia, la capacidad de sacrificio y en general la superación personal.
La gran ventaja es que cuando el foco está únicamente en la meta, si no se consigue puede frustrarnos y hacernos perder confianza en nuestra valía, pero cuando nuestro foco y motivación principal está basado en los valores esto no sucede, pues los valores se mantendrán íntegros y reconocidos y esto nos reforzará emocional y mentalmente y por supuesto nos harán tener una autoestima fuerte y equilibrada.

Poner metas realistas.
Hemos visto que no tener metas nos puede bajar la autoestima, pero el exceso de metas nos puede agobiar y hacernos desistir. Es un tema muy habitual, cargarnos de objetivos en momentos de subidón emocional pensando que esto nos hará ponernos en marcha y subir nuestro nivel de autoestima. Pero la realidad es que no suele ser así y más bien lo contrario, no llegar a cumplir los objetivos por exceso o por no calcular bien, nos causa bloqueos y nos hunde aún más.
Ponte metas sencillas y fáciles de llegar, y así poco a poco tomarás confianza y seguridad. Si el reto es muy grande divídelo en partes pequeñas y asumibles y que sepas con certeza que podrás hacer.
Paso a paso iremos subiendo el listón. No seamos conformistas, el tema es ir paso a paso, pero con constancia y subiendo nuestro nivel y grado de compromiso. Pequeñas acciones continuadas dan grandes resultados.
Si no sale como queremos, tomarnos esto como un aprendizaje y no nos culpabilizaremos y por supuesto seguiremos adelante. Seguir poco a poco y consiguiendo pequeñas cosas, harán que tengamos más seguridad e indudablemente nos subirá nuestra autoestima.
Trabajar la recompensa en lugar del castigo
Venimos del viejo paradigma del castigo, del hacer o no hacer por miedo.
Os propongo trabajar por la recompensa. Celebrar en lugar de castigar.
Celebrar y darnos reconocimientos y recompensa cuando vayamos consiguiendo nuestros objetivos. Un truquito que os ayudará también es transformar vuestros placeres y lo que más os guste en recompensas.
Por ejemplo, si os encanta una partida de videojuegos, o ir al cine podéis hacerlo después de haber trabajado en vuestro reto o proyecto.
La recompensa, y la celebración son caminos maravillosos que te ayudaran a subir la autoestima.
No te compares.
Compararnos con los demás es un tema casi inevitable y que hacemos de manera automática (como casi todo lo que hacemos) pero cada persona tiene sus habilidades, así que debemos centrarnos en las nuestras y darles más brillo.
Cuando veas algo de una persona que te agrade y que te gustaría tener como parte de ti, míralo desde la inspiración. Inspírate y rodéate de personas que te aporten, y tómalo como un regalo, pero sin compararte. Conviertelo en inspiración y reto personal o profesional.
El perdón y la autocompasión.
El perdón es una de las energías más potentes que existen, es sanador y perdonarnos por nuestros errores, es vital para tener una autoestima sana y equilibrada.
Al perdonarnos soltamos lastre, pesos pesados que nos impiden actuar y experimentar la vida de manera sana.
Podemos transformar los errores en aprendizajes, sin esa carga emocional de la culpa que nos hace tener inseguridades y bajar nuestra autoestima.
Hablarnos y tratarnos con compasión, en lugar de marcharnos y culpabilizarnos como de manera casi automática hacemos.
Piensa cómo tratarías a una persona querida, cuando ves que pasa por momentos difíciles y cuando percibes que necesita una ayuda, un impulso,un apoyo. ¿ Le tratarías mal, le hablarías mal ? Seguramente empatizando con la situación, el cariño y la compasión serían parte importantísima del trato que le des.
¿Haces lo mismo contigo? ¿Cómo te sientes cuando te hablan o te hablas mal? Y ¿Cuando es con cariño y compasión?
Trata a los demás como te gustaria que te tratarán y trátate como te gustaria que te trataran a ti.
El poder de la gratitud.
La gratitud, como el perdón y el amor, son energías súper potentes y que vibran con frecuencias muy altas, con lo cual son ideales para subir nuestro nivel de autoestima.
Agradece a diario la cantidad de cosas por las que deberíamos dar las gracias.
Desde las cosas más insignificantes a los grandes temas de nuestra vida. De lo que damos por sentado y que no somos conscientes de su importancia en nuestra vida.
Piensa en cómo te sientes cuando das las gracias o recibes las gracias de otras personas. O cuando acontece un evento en tu vida que te provoca dar las gracias. ¿Qué sensación te queda? ¿Qué sientes ? ¿Te sube o te baja la autoestima ?
Te propongo hacer un diario de gratitud, y que apuntes al final del día por lo menos 10 cosas por las que estás agradecid@.

Hacer ejercicio.
¿Sabes por qué funciona tan bien hacer ejercicio ? Porque sabemos que nuestro cuerpo, nuestro estado de ánimo y por conclusión nuestro comportamiento en la vida en general, está controlado por las hormonas. Estas son las que verdaderamente mandan en nuestro cuerpo.
Así que científicamente está comprobado que hacer ejercicio, movernos, aunque sea por poco tiempo, motiva que nuestro organismo libere hormonas como la dopamina, hormona del placer. Esta hormona además mejora las capacidades del aprendizaje y de la memoria.
La serotonina que potencia el buen descanso y el tener sentimientos positivos. Es un antidepresivo natural. Y las endorfinas conocidas también como morfina natural, ya que tiene efectos analgésicos y ansiolíticos y anula mucho las sensaciones y emociones negativas.
Así pues, hacer ejercicio libera estas llamadas hormonas de la felicidad que sin duda ayudan y mucho a tener una autoestima sana y equilibrada.
Haz del ejército un hábito https://pedroserrano.coach/como-crear-habitos/en tu vida, pues sus beneficios no son solo físicos, sino también mentales y emocionales.
————————————————————————————————————
Como conclusión te diría, que lo que es verdaderamente determinante, es lo que nos contamos a nosotr@s mism@s, y la manera en la que lo hacemos. Tan importante es el QUE , como él COMO, nos decimos las cosas.
Tratarnos con amabilidad, con compasión, perdonándonos. Convertirnos en nuestr@ mejor amig@ y aliad@. Confiar y apostar por nosotr@s, sabiendo que venimos a este mundo a experimentar y hacerlo con nuestra mejor actitud y disposición.
Hacer hacer y hacer… sin experiencia no hay aprendizajes.
Pasar de la teoría a la acción. Esto es siempre lo que más cuesta, pero ese es el camino, y hacer lo tendrémos que hacer, sí o si. La pregunta es:
¿Desde qué versión de ti quieres hacerlo ?
Recuerda que el/la mayor especialista en ti eres tú, solo tú sabes que necesitas. Que te falta y que te sobra.
Hazte consciente de que una autoestima equilibrada y fuerte será siempre tu mejor aliada, y cuando por las circunstancias que sean no sea así, estas claves que hoy te he compartido te podrán ayudar.
Y por supuesto aquí me tienes si necesitas que te acompañe en tu camino.
Te deseo un feliz dia
Pedro Serrano
Tu coach personal.