¿Has oído hablar alguna vez del FOMO ? Quizás si, quizás no .. pero lo que sí es muy probable que lo hayas experimentado y quizás lo estés experimentando en este mismo instante.
FOMO es un acrónimo que viene del inglés Fear Of Missing Out. Miedo a perderse algo. Tener la sensación de que no estamos aprovechando el tiempo, que se nos escapan cosas.
Es una tendencia que va en auge sobre todo con la excesiva exposición a las redes sociales, y la conexión casi constante con la información acerca de todo y de todos en tiempo real.
Afecta a toda la población, pero mucho más intensamente a las personas más jóvenes.
En realidad es un tema que nos ha acompañado desde nuestros inicios como especie. El sentido de pertenencia. El miedo ancestral a la exclusión, la no pertenencia a un grupo.
Otro asunto que tampoco es nuevo y con mucho peso es el tema de la autoestima, y el autoconcepto y la tendencia a la comparación con lo que tienes y lo que deseas, lo que eres y quieres ser. No ser suficiente, no llegar a esas propuestas tan fantásticas que nos proponen. Y por supuesto buscar siempre fuera, en el exterior. Seguir o imitar a personas, tendencias, modas..
El surgimiento de las redes sociales ha contribuido de manera exponencial a que este miedo se intensifique y sea mucho más común. Ver lo que otros están haciendo nos presiona para querer participar.
Además las redes ofrecen una imagen distorsionada, donde solo vemos una cara de la moneda, y solo la parte bonita, lo que mola, los buenos momentos, que es lo que la mayoría de las personas comparte.
Esto automáticamente nos coloca en la posición de querer lo que no tenemos.
Las consecuencias son: Estrés, ansiedad, depresión, soledad, frustración, falta de concentración, aislamiento social, sentimiento de inseguridad.

Elegir es deselegir algo. Renunciar a algo. Esto nuestro cerebro lo lleva muy mal, pues tiene la tendencia a poner el foco más en lo que pierde, que en lo que gana.
Y nos guste o no, solo podemos hacer una cosa, estar en un solo lugar, y en un solo tiempo, el ahora.
Con lo cual el sufrimiento lo tenemos asegurado, pues lo queremos todo, y estar en todo. Y además con la inmediatez con la que exigimos todo.
El refrán de toda la vida: queremos estar en misa y repicando.
¿Cómo saber si tenemos FOMO?
Te compartiré unas cuantas preguntas y si a la mayoría contestas que sí, el FOMO forma parte de tu vida.
¿Las redes sociales son lo último que ves al acostarte y lo primero que ves al levantarte ?
¿Sacrificas horas de sueño, de ocio, por estar con las redes ?
¿Estás muy pendiente de las publicaciones de otras personas?
¿Te afecta emocionalmente y te cambia el humor, ver ciertas publicaciones ?
¿Prefieres las relaciones virtuales a las reales?
¿Te cuesta tener concentración prolongada en una actividad sin ver las redes?
¿Revisas las redes de manera compulsiva?
¿Sientes ansiedad o exclusión por no participar en alguna actividad en las redes?
¿Tienes necesidad de colgar todo en las redes ?

Es importante recordar que las redes no son malas, ni buenas, son lo que hagamos con ellas. El uso y el abuso, como de cualquier cosa de la que hablemos.
¿Cómo gestionar y superar el FOMO?
Hazte consciente de cuáles son tus valores y prioridades
Conocer qué es lo verdaderamente importante, nuestro ”para que” nos ayudará y mucho. Descubre y trabaja en tu IKIGAI Pues cuando sabemos lo que verdaderamente es importante para nosotr@s, podemos tomar decisiones que están aliadas con nuestros objetivos y valores, y tendremos menos dependencia y presión por lo que percibimos que nos estamos perdiendo.
Practicar la gratitud. Apreciar lo que tenemos. Poner el foco en lo que tenemos y en lo que estamos experimentando. En el “Ahora” único tiempo real. En lugar de desear lo que no tenemos y proyectarnos a futuros u otros lugares.
Reflexiona : Tenemos mas de lo que nos hace falta ..
Practicar la meditación y la atención plena, nos permitirá concentrarnos y disfrutar del presente y de lo que estamos haciendo.
Ejemplo, si estás comiendo, disfruta de esa comida, y pon el foco solo en eso. ( a veces estamos comiendo y estamos pensando en otra cosa y no disfrutamos de esa comida) Trabajar el aquí y ahora
Equilibra la balanza.
Celebra la elección de desconectarte de las redes, de lo virtual y elegir estar con amigos, disfrutar de una charla, de la naturaleza. De la experiencia de lo real, del ahora.
Higiene mental y emocional.
Elige cuándo y cómo ver las redes.
Puedes convertirlo en una recompensa después de hacer alguna otra actividad. Modera y controla el tiempo destinado a eso.
Equilibra tu autoestima.
Deja de compararte y si lo haces que sea contigo mism@, para ser un poquito mejor que el día anterior. Ponte pequeñas metas que te empoderen y que estén alineadas con tus valores.
Recuerda que el mayor especialista en ti eres tú, y nadie mejor que tú se conoce. Así que trabaja en autoconocerte, en autodescubrirte y en autogestionarte.
Recuerda que las emociones también se entrenan.
Mira para adentro en lugar de mirar para afuera.
Y si necesitas una ayuda, un acompañamiento, el coaching es la herramienta ideal para este menester. Y aquí tienes un coach que estará encantado de acompañarte en tu camino.
Te deseo un feliz dia
Pedro Serrano Coach Emocional y Ejecutivo.
